Quizás a pocas personas le suena familiar el nombre Alfred Oerter. Por eso, buscando por diversas páginas de Internet nos encontramos con la historia de un hombre que escribió con letras doradas su nombre en los Juegos Olímpicos y los campeonatos mundiales de atletismo.
Oerter, el mejor discóbolo de la historia, nació el 19 de septiembre de 1936 en Astoria, una parte de la popular colonia de Queen, Nueva York, y murió en el 2007 a los 71 años de edad, traicionado por su corazón, ese que le ayudó a conquistar el mundo en los momentos de apremio.
SU HISTORIA
Al, como le decían, estuvo ligado al atletismo desde joven, pero no era precisamente en el lanzamiento de disco, sino en la velocidad y mientras entrenaba, en 1954, cuando tenía 15 años cayó cerca de él un disco, el cual devolvió y lo hizo con tanta fuerza que terminó ligado a este deporte de por vida.
Oerter es el primer atleta en ganar cuatro medallas de oro en igual número de justas veraniegas (1956, 1960, 1964 y 1968) y en esas mismas citas, estableció cuatro nuevos récord olímpicos.
Pero hay que destacar que Oerter logró asistir a su primeros Juegos Olímpicos, en Melbourne, tras la baja de su compañero Ron Drummond. Y ya en la competencia venció a Fortune Gordien, al que derrotó por metro y medio.
Ahí empezó la leyenda, porque Gordien era el favorito para el oro y Oerter, en el clasificatorio de Estados Unidos, había terminado cuarto.
CARACTERISTICAS
Las crónicas cuenta que Al era muy rápido en los giros y con su técnica llegó a batir cuatro veces el récord del mundo, y fue el primero, en 1962, en pasar de los 60 metros, uno de los límites mágicos del lanzamiento de disco.
Al llegaba a las competencias con marcas que estaban por debajo de otros rivales pero por lo general vencía.
En Roma 60, tras recuperarse de un grave accidente de coche en 1957, se impuso a Rink Babka por otro metro y medio.
En Tokio 64 fue aún más épico. Con un collarín por problemas cervicales, se lo quitó en el quinto intento para superar al checo Ludvik Danek por medio metro. Y en México 68 repitió la maravilla con casi dos sobre el alemán oriental Milde y Danek, otra vez.
Los deportistas pasan a la historia por sus logros... y Oerter es uno de ellos.