Ahora no saben qué van hacer. Las vidas de seis vendedores de chicha y empanadas, café y periódicos, quedaron truncadas, luego de que les comunicaran que no podrán seguir vendiendo sus productos en las afueras de la Policlínica Miguel Cárdenas Barahona, de Las Tablas, provincia de Los Santos.

Eduardo Cano Espino, uno de los afectados, cuenta que en la mañana del jueves, fueron notificados verbalmente, de que ya no podían vender sus productos, y que era una orden de la Caja de Seguro Social de Panamá.

Con esta medida adoptaba en la Policlínica de Las Tablas, han sido truncados los estudios de los cuatro hijos del señor Eduardo Cano, el alimento diario de una señora de 69 años que vende café, la carrera universitaria del buhonero Juvenal Barría y del canillita José Pinzón, quién actualmente es uno de los mejores estudiantes de la Facultad de Derecho, en el Centro Regional Universitario de Los Santos, ubicado en Las Tablas.

El señor Eduardo Cano es discapacitado, producto de un accidente de trabajo, él estuvo cuatro meses parapléjico, actualmente, tiene 23 días de haber sido operado de la columna, por tercera vez.

Con gran tristeza contó que su esposa, desde hace 15 meses, sostiene su hogar vendiendo empanadas y chicha en la policlínica, también para pagar los estudios de sus hijos, pero lamentablemente ahora no saben qué hacer.

Los afectados fueron enfáticos en decir que solicitaron una copia de la medida adoptada, pero la misma les fue negada. De igual manera manifestaron que no les dieron ninguna otra alternativa, como por ejemplo, ser reubicados.

Sostienen que sus productos son verificados, constantemente, por el Ministerio de Salud, y hasta la fecha, nunca han recibido una sola queja o multa por ellos.

Al solicitar, a la dirección institucional de la Caja de Seguro Social en Los Santos, la posibilidad de una entrevista, referente a este caso, la solicitud fue negada.