
Mantener una mascota en casa puede ensenar a sus hijos a ser responsables y organizados, pues tienen que darle comida, bañarlo y preocuparse por llevarlo al veterinario, así como brindarle otros cuidados que necesite el animal.
Al asumir responsabilidades, aprende acerca de cómo funciona su sociedad, de su papel en ella y de lo que significa hacer bien un trabajo. Esto lo lleva a ejercer una función de compañía, enseñándoles el valor de la amistad, al tiempo que los mantiene activos, alejándolos de una vida sedentaria.
Por otra parte, les permite desarrollar el proceso de socialización y adaptación y contribuye con el aprendizaje de las reglas en casa y los valores. Por ende, los ayuda en su desarrollo físico, emocional y social, pues promueven los sentimientos y emociones en el niño, incentiva las cualidades prosociales y la empatía, actos voluntarios que los orientan a ayudar a otros. Son más cooperativos, amables y altruistas.
Tratar con una mascota, les enseña a establecer hábitos higiénicos, alimenticios, de sueño y cuidado personal.
Al cuidarlos, también desdarrollan relaciones afectuosas, un sentido de competencias y habilidades que redundan en una mejor autoestima. Además, les da la oportunidad de experimentar contacto físico y seguridad en sí mismos y en los demás.
Ante la pérdida de un animalito
Cuando las mascotas se pierden, se van de la casa o se mueren, a pesar del dolor, les ayuda a aprender a manejar situaciones futuras, experimentando el duelo al perder a un ser especial para ellos.
Siempre se les debe decir la verdad. Es importante que se les comunique y se les permita despedirlo, ya sea enterrándolo en algún lugar especial indicado por el niño, un entierro simbólico, pídale que haga un dibujo de su mascota, déjelo llorar, no reprima sus emociones, es mejor que las manifieste.
Estas experiencias los preparan para futuras pérdidas y les enseña el proceso de vida: nacen, crecen, se reproducen y mueren. Comprenden el sentimiento de alegría por haber ayudado a una persona y haber contribuido a su bienestar cuando estaba vivo, todo tiene un principio y un final.
Es un dolor que durará un tiempo estimado, recordará a su mascota, lo tendrá presente, pero lo superará y aprenderá de esta experiencia.