
Para Jaime, la paciencia ha sido la clave del éxito.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Para Jaime, la paciencia ha sido la clave del éxito.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Para Jaime, la paciencia ha sido la clave del éxito.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Su negocio es muy popular.
Las máquinas son su vida.
Es muy conocido en el lugar.
Repara de todo.
Para Jaime, la paciencia ha sido la clave del éxito.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Su negocio es muy popular.
Las máquinas son su vida.
Es muy conocido en el lugar.
Repara de todo.
Para Jaime, la paciencia ha sido la clave del éxito.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Su negocio es muy popular.
Las máquinas son su vida.
Es muy conocido en el lugar.
Repara de todo.
Para Jaime, la paciencia ha sido la clave del éxito.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Su negocio es muy popular.
Las máquinas son su vida.
Es muy conocido en el lugar.
Repara de todo.
Para Jaime, la paciencia ha sido la clave del éxito.Fotos: ROBERTO BARRIOS
Su negocio es muy popular.
Las máquinas son su vida.
Es muy conocido en el lugar.
Repara de todo.
Su experiencia le ha dado grandes frutos, pues con su puesto de reparación de máquinas de grama ha logrado vivir y ayudar a su familia.
Son muchas las experiencia vividas en su labor diaria, pero la mejor de todas es que el cliente se vaya satisfecho del trabajo que ellos hacen. Como todo trabajador, la madrugada es su fiel amiga, pues su negocio lo abre desde muy temprano y si tiene muchos clientes se va hasta las mil, como él mismo dice.
El taller Jaime está ubicado en Las 500 de San Miguelito, y ofrece servicios de reparación de cortagrama a quienes quieren arreglar su máquina a un buen precio y con un cariño insuperable.
El servicio que allí se ofrece es para todo tipo de máquina de cortar grama y aunque a veces el daño de la máquina es grande, él sabe cómo ingeniárselas para terminar su trabajo rápido.
El mejor consejo que Jaime puede darles a los que vienen subiendo es ser perseverantes, pues nada se consigue de la noche a la mañana.
También las atiende
No es cosa de mujeres, pero él se ha encontrado con chicas que usan este tipo de máquinas y las llevan a arreglar, lo que le agrada muchos al pequeño comerciante.