¿Se han preguntado alguna vez, cómo son elegidas las madres de niños especiales? Yo me imagino a Dios en las alturas, seleccionando sus instrumentos de propagación con mucho cuidado y premeditación. Después de una larga enumeración, el Señor se detiene, le pasa el nombre a un ángel, sonríe y le dice: "Dale a ella un hijo especial".

El ángel, sorprendido, pregunta: "¿ Por qué a ella Señor, si es tan feliz?".

"Precisamente por eso", contesta el Señor sonriendo. "¿Cómo puedo dar un niño especial a una madre que no conoce la alegría? Eso sería cruel".

"¿Pero tendrá ella paciencia Señor?", pregunta el ángel. "Yo no quiero que ella sea demasiado paciente, porque se podría ahogar en un mar de quietud y auto-compasión; una vez que el impacto y el resentimiento hayan pasado, ella hará llevadera su labor".

"Como ves, el niño que estoy dándole tiene su propio mundo y ella deberá hacerlo vivir en el suyo, y eso no es fácil".

Sí, aquí está la mujer a quien bendeciré con un hijo menos perfecto. Ella no se da cuenta todavía, pero ella será envidiada.

"Ella nunca considerará un paso ordinario... Cuando su hijo diga: Mamá, por vez primera, ella será testigo de un milagro y yo lo sé. Cuando ella describa un árbol o una puesta del sol a su hijo ciego, ella verá mis creaciones como mi propia revelación. Permitiré que ella vea claramente las cosas que sólo las puedo mirar yo: La ignorancia, la crueldad y los prejuicios; permitiré que ella supere todo aquello. Ella nunca estará sola, yo estaré a su lado cada minuto de sus días".