Sus batidos son muy gustados por los transeúntes de San Miguelito. Juana Ávila es una mujer de 37 años que desde hace 4 años emprendió la labor de vender batidos. Tenía su puesto de venta frente a la Policlínica JJ Vallarino, pero a raíz de que cerró por mantenimiento ella optó por buscar, temporalmente, otro lugar para su negocio.
Ahora está ubicada en el Súper 99 de San Miguelito, en un kiosco pequeño color verde. Allí ya tiene un año. Dijo que la clientela ha sido agradable. Siempre hay quien quiere comprar un batido ya sea de piña, melón, papaya, borojó, noni, melocotón o hasta de cereal.
Inicia su faena desde las 6: 00 de la mañana hasta las 6: 00 de la tarde. Vive junto con su esposo y sus dos hijos, de 14 y 17 años, en el sector de Mañanita.
Agregó que quien la motivó a poner el negocio fue su hermano. Ahora está independiente, preparando sus batidos. Es una mujer "echada pa' lante", pero decidida a seguir en su trabajo.
"En nuestro país no hay trabajo, por eso hay que recurrir a ganarse la vida de alguna manera, pero honradamente", relató la emprendedora. "Tengo dos sobrinas graduadas y hoy día venden legumbres, ya que no consiguen un buen empleo", acotó mientras atendía a un cliente.
RINDE FRUTOS
Las ganancias son buenas, siempre tiene buena clientela. Invierte en frutas unos 40 balboas diarios.
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