Mientras se intensifican los ataques entre Israel y el Líbano, las Naciones Unidas y el Reino Unido solicitaron el despliegue de fuerzas de paz en Líbano.
En tanto, Rusia ofreció contribuir con esa misión y la ONU envió ayer un representante a Israel, la primera gran movida diplomática, para contener la violencia en el Medio Oriente.
Como condición para detener la ofensiva, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, indicó que la guerrilla Jezbolá debe liberar a los dos soldados israelíes que secuestró.
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