"Han sido 20 años de sacrificio que se me van por la borda". Así se expresó Gabriel Mendoza, mientras observaba con evidente dolor cómo dos hombres cortaban las carriolas del techo, sacaban las persianas y puertas de la que era su casa.
La familia Mendoza Serrano fue desalojada, sin contemplación, de su residencia por más de 18 años. La Policía los echó en base a una orden de lanzamiento, ejecutada por el corregidor del lugar, por un pleito legal que existe sobre la tierra.
Ayer, la casa fue desmantelada totalmente por trabajadores que cumplían órdenes del señor Belisario Adames, quien reclama la propiedad y ha pagado a dos uniformados de la Policía Nacional para que custodien el terreno.
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