El hacinamiento es evidente en la cárcel La Mata, en David.
Marcelino Rosario
| Chiriquí, DIAaDIA
Una ciudad dentro de otra es la cárcel pública de David, con una población de más de 900 habitantes que conviven en un terrible hacinamiento.
Llegar y quedarse es el problema. Sólo buscar un lugar donde dormir es el peor de los dolores de cabeza que puede tener una persona cuando es enviada a este centro penitenciario, ubicado en el centro del distrito.
A pocos kilómetros se encuentran el Parque Miguel de Cervantes Saavedra, el centro bancario de Chiriquí, las cadenas de supermercados, el aeropuerto Internacional Enrique Malex y la avenida cuarta con todos sus almacenes.
DENTRO DEL MONSTRUO
La Mata es el área más temida en el reclusorio. Hay cerca de 500 detenidos, el de mayor hacinamiento y el más peligroso. Allí están los reos que han cometido los delitos más graves, como homicidios, violaciones carnales y narcotraficantes.
Luis Sánchez es uno de ellos. Él manifiesta que en las celdas no cabe la gente y dormir en una hamaca es la opción más aceptable, pues en una colchoneta lo hacen hasta cuatro personas. A otros le toca el piso.
Los detenidos se quejan porque viven en las peores condiciones de salubridad y desconocen el estado de salud de sus compañeros.
Mientras unos caminan abrazados con la Biblia, otros pasan el día acostados en sus hamacas, casi colgadas del techo.
Enrique Fernández, gobernador de Chiriquí, aseguró que esta cárcel hay que cerrarla y cambiarla, porque el hacinamiento es muy notorio. Se trata de una situación que se debe atender con mucha urgencia.