
El Ing. tiene una finca de 70 hectáreas llamada “El Motete” en San Martín.
Omar Morales
El Ing. tiene una finca de 70 hectáreas llamada “El Motete” en San Martín.
Omar Morales
El Ing. tiene una finca de 70 hectáreas llamada “El Motete” en San Martín.
Omar Morales
Guarda las hojas del verano para utilizarlas como abono en invierno.
Tiene su propio vivero al aire libre para obtener ingresos.
Una de sus tácticas es cultivar en agua.
Lleva registros de todas las actividades y los diferentes talleres que dicta.
Prepara su propio abono con tierra, cáscara de arroz, arena y excremento de animales, y así evita usar materiales químicos.
Afirma no conocer la pereza, ya que el trabajo es lo que le da vida.
El Ing. tiene una finca de 70 hectáreas llamada “El Motete” en San Martín.
Omar Morales
Guarda las hojas del verano para utilizarlas como abono en invierno.
Tiene su propio vivero al aire libre para obtener ingresos.
Una de sus tácticas es cultivar en agua.
Lleva registros de todas las actividades y los diferentes talleres que dicta.
Prepara su propio abono con tierra, cáscara de arroz, arena y excremento de animales, y así evita usar materiales químicos.
Afirma no conocer la pereza, ya que el trabajo es lo que le da vida.
El Ing. tiene una finca de 70 hectáreas llamada “El Motete” en San Martín.
Omar Morales
Guarda las hojas del verano para utilizarlas como abono en invierno.
Tiene su propio vivero al aire libre para obtener ingresos.
Una de sus tácticas es cultivar en agua.
Lleva registros de todas las actividades y los diferentes talleres que dicta.
Prepara su propio abono con tierra, cáscara de arroz, arena y excremento de animales, y así evita usar materiales químicos.
Afirma no conocer la pereza, ya que el trabajo es lo que le da vida.
El Ing. tiene una finca de 70 hectáreas llamada “El Motete” en San Martín.
Omar Morales
Guarda las hojas del verano para utilizarlas como abono en invierno.
Tiene su propio vivero al aire libre para obtener ingresos.
Una de sus tácticas es cultivar en agua.
Lleva registros de todas las actividades y los diferentes talleres que dicta.
Prepara su propio abono con tierra, cáscara de arroz, arena y excremento de animales, y así evita usar materiales químicos.
Afirma no conocer la pereza, ya que el trabajo es lo que le da vida.
El Ing. tiene una finca de 70 hectáreas llamada “El Motete” en San Martín.
Omar Morales
Guarda las hojas del verano para utilizarlas como abono en invierno.
Tiene su propio vivero al aire libre para obtener ingresos.
Una de sus tácticas es cultivar en agua.
Lleva registros de todas las actividades y los diferentes talleres que dicta.
Prepara su propio abono con tierra, cáscara de arroz, arena y excremento de animales, y así evita usar materiales químicos.
Afirma no conocer la pereza, ya que el trabajo es lo que le da vida.
A este carismático señor lo han podido conocer a través del programa Tu Mañana, en donde ofrece sus conocimientos acerca de la seguridad alimentaria, pero lo que más llama la atención es la espontaneidad con que se maneja delante de las cámaras.
No siente vergüenza
Oriundo de La Gallinaza de Las Tablas y con 66 años de edad, dice sentirse “orgulloso de ser cédula 7 y orgulloso de mantener nuestras tradiciones”, tanto así, que para él es pecado mortal utilizar gorras o suéteres, por nada dejaría su sombrero, cutarras y camisa.
Las apariencias engañan
Al ver a este singular señor con su motete al hombro (nunca se lo quita), da la impresión de ser un campesino que desconoce de muchas cosas, pero se equivocan, ya que es ingeniero agrónomo y a lo largo de su carrera ha ocupado diversos puestos en instituciones públicas y privadas, como director regional del MIDA en Chepo en los 90, y por si fuera poco, también ha visitado países como México, Colombia, Puerto Rico y Estados Unidos, en donde ha participado de numerosos cursos, talleres y seminarios. ¡Ohhh!
De armas tomar
Al conversar con “el cholo encutarra’o”, se puede notar que no hay quien le eche cuento, ya que se considera una persona muy observadora a la que le hubiera gustado estudiar Sociología. Se considera muy sensible, a tal punto que cuando lo hieren prefiere retirarse o apartarse, como le ha sucedido con la gente de la televisión. “He luchado para que ellos cambien, pero no están en mi sintonía”, dijo refiriéndose a que siente que no se le presta la debida atención a la agricultura; es más, una vez se retiró de “Tu mañana” muy sentido porque le dieron tres minutos, en cambio, a un perro le dieron media hora, afirmó. ¡Fuerte! Por tal motivo ha dicho que no va más, pero siempre lo llaman y regresa, ya que para él es muy importante que las personas conozcan de la seguridad alimentaria. No perdió el momento y pide a la televisora que su participación sea más constante o semanal. “No valoran, en 22 días no llamaron”, expresó.
La campesina orgullosa
Una de las cosas que más llama la atención de su participación en el programa matutino es la manera en que trata a la presentadora Karen Chalmers. Nos dice que la respeta mucho por lo buena que es haciendo su trabajo, pero algo que no le gusta es que “´ta pendiente a la chateadera, no a lo que vamos a hacer, y después anda preguntando”. Incluso una vez la llevó a su casa y no le fue nada bien. “La puse a moler y aventó el motete asarada y brava”. ¡Jooo!
A pesar de eso, él la admira mucho como persona y porque es muy sencilla. ¡Oye! ¿y saben qué? nos reveló que está a la espera de un procesador que le prometió y no ha llegado, al igual que de un libro de cocina cubana que le prometió Delyane. ¡Uyy!
Busca patrocinador
Para este santeño es importante la seguridad alimentaria, por eso está en busca de que le patrocinen un proyecto titulado “Agro Tu mañana”. Esto, debido al poco tiempo que le dan en el programa, pues sabe que a la gente le gusta y hasta lo llaman para saber cómo hace las cosas. “A la gente le gusta y eso que a mí no me pagan un real”. ¡Humm!