En la adolescencia, los jóvenes se enfrentan a una constante búsqueda de identidad. Les cuesta responder a figuras de autoridad, batallan con sus propios conflictos internos (emociones y pensamientos) y por último, también se enfrentan a la presión de grupo.
Se tornan rebeldes cuando notan que el mundo es distinto a lo que ellos percibían cuando eran niños. Ahora las cosas no son como ellos quieren, viven pérdidas de amigos, de novios, deben cumplir con responsabilidades y con la presión que hay sobre ellos. La rebeldía es la respuesta a ese nuevo mundo que descubren en la adolescencia, explica la Mgtra. Ani Fábrega, Psicóloga Clínica de los consultorios Royal Center y miembro de la Fundación Relaciones Sanas.
Cómo deben manejarlo los padres para ayudarlos
Cada situación es diferente, hay jóvenes más rebeldes que otros; sin embargo, es importante que el trato de los padres sea distinto a cuando eran niños. Ahora ellos no se conforman con cualquier respuesta y argumentan.
Los padres deben establecer límites claros, pero con un estilo de comunicación abierto, ofrecerles confianza, aunque también sean figuras que disciplinen. Deben disciplinar de forma positiva, reforzando con comentarios y elogios y no solo notando lo negativo.
¿Qué hacer?
Escuche la opinión del joven, dele la oportunidad de expresarse.
Si no hay acuerdos, mantenga su decisión, pues el joven debe aprender a tolerar y aceptar las reglas y decisiones de los padres.
CONSEJOS: 4 TIPS CLAVES
Comunicación
Realice rutinas de comunicación en casa (lo bueno y lo malo del día). Permita que su hijo se exprese.
Sean claros
Hablen abiertamente acerca de las situaciones a las que ellos están expuestos; inclusive, aporte anécdotas o situaciones personales.
No lo reprima
Sea un aliado para sus hijos y no únicamente una figura de autoridad que sólo representa pánico.
Note consecuencias
Envíe mensajes claros y directos. Sobre un castigo, es bueno que el joven conozca lo que se espera de él y las consecuencias si falla.