Enfrentarse a la compra de una pieza de carne es un verdadero reto para un principiante en la materia. ¿Codillo, pulpa o falda? ; ¿pierna o faldilla? Cada pieza, por sus características, es especial para cada tipo de preparación (frita, en salsa, asada); por eso, le daremos algunos parámetros.
CARNE DE VACA
La pulpa es la carne más valorada de la vaca. Por su gran calidad, resulta apta para ser cocinada de cualquier manera. Piezas duras son la falda y el pescuezo. La falda resulta buena en guisos, aunque hay que limpiar los nervios, y el pescuezo lo mismo, aunque también suele picarse. Igualmente, se suelen guisar la costilla (carne algo grasienta) y es especial para sopas. Otras zonas adecuadas para guisar son el rabo, la babilla, que también puede consumirse en filetes. La espaldilla es un poco dura y sus filetes son buenos para guisar, pero no para freír. El pecho es ideal para rellenar o asar en el horno, tras quitarle los huesos y la grasa. Por último, una de las mejores partes es el lomo. Al ser tierno y jugoso, de él se obtiene el entrecorte.
APROVECHE EL CERDO
Las chuletas y el lomo son ideales para consumirse a la plancha, bien frescos o adobados. Para acompañar a otros platos, se recomiendan la panceta (una de las zonas más grasientas del animal) y la cabeza (que también puede guisarse sola). El codillo es ideal para cocerlo, mientras que las manos son gelatinosas y carnosas. Se pueden cocinar fritas, rellenas, rebozadas. El jamón es la parte más noble del cerdo y puede filetearse en piezas pequeñas o grandes.
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