Trabajo entretenido
Manuel De León.

Rubén Polanco | DIAaDIA

Sencillamente, su trabajo lo entretiene. Manuel De León, de 65 años, es el único y más viejo vendedor de millo en toda Calidonia. En 1974 compró su máquina actual en 600 dólares, y hasta la fecha la mantiene en buen estado.

Su puesto está ubicado en la esquina de calle "O". Cuenta que tomó la idea de vender "palomitas de maíz" -como se le conoce popularmente al producto- al ver que se compraba muy bien en el Teatro Central.

En sus inicios sólo vendía millos los sábados y domingos, pues en días de semana se desempeñaba como empleado del MIVI. Antes se ganaba más, a pesar de que la bolsa costaba tan sólo diez centésimos. Se ganaba entre 30 y 40 dólares en un día. "En esos tiempos esto era más rentable, había ventas", dijo.

Hace tres años se jubiló. Labora de viernes a lunes de 10:00 de la mañana a 7:00 de la noche, los otros días descansa. Subió a 25 centavos la bolsita, pero no por eso vende más. Vive la triste realidad de la situación económica y no puede aumentar más el precio, porque es consciente de que le vende a gente muy humilde.

Son 6 ó 7 dólares que se gana a diario y le sirven para sus gastos, pues sus hijos ya no viven con él. Manuel señaló que sigue en la faena, porque eso le representa una extra. "No hay trabajo, pero a veces la gente tampoco quiere hacer nada", agregó.

Con la llegada de los microondas han mermado un poco sus ventas, aunque hay gente que prefiere el millo que vende, por el sabor que tiene cuando se hace con la máquina.

En sus 30 años como vendedor, se siente tranquilo, porque está bien con la gente, sobre todo por su don de gente de pueblo.

Lo más positivo de su humilde trabajo es que parte de su vida está allí. A su edad, desea mantenerse en su trabajo, porque además de entretenerse, le gusta estar activo, pues si se queda en casa, lo más seguro es que se enferme.

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