Grandes liga en potencia
Luis ama desde pequeño este deporte. (Foto: Rogelio Adonican / EPASA)

Rogelio Adonican | DIAaDIA

Este niño come, vive y suda béisbol. Luis Alberto Del Cid es un grandes ligas en un cuerpo de un niño de seis años. De la forma que este niño juega la pelota, pareciera que sólo vive para eso.

El pequeño sucesor de Derek Jeter, jugador favorito del niño, nos dijo que juega el béisbol porque le gusta y porque quiere jugar en la Gran Carpa. ¡Quién quita que de repente veamos en un futuro a Luis, vestido de la franela de los Yankees de Nueva York!

Los padres, abuelos y tíos de este chiquito no saben de dónde saca tanta energía. Norberto Del Cid, abuelo de Luis, dijo " desde que se levanta quiere jugar. Siempre, al llegar a la casa, coge su manilla y me dice: "Abuelo, vamos a calentar". Luis milita en la liga los Pumas de Cerro Viento, en los equipos Bin Bin y Preinfantil.

"Este niño prácticamente creció con el juego", nos comenta el abuelo. Luis no se perdía un juego de los Halcones de Comunicación Social, equipo donde juegan sus tíos. El pequeño, al llegar al cuadro, calentaba con los jugadores, inclusive, a los cuatro años apañaba con el equipo y formaba parte del famoso grito de batalla.

Es increíble ver la soltura con que juega este pequeño baluarte del béisbol nacional. A la ofensiva, Luis es el ancla de su equipo en la categoría Bin Bin y Preinfantil.

El peloterito batea a ambas manos y con mucha facilidad; además, en el campo muestra una gran movilidad y buenas manos a la hora de atrapar la pelota, y qué decir de su potente y envidiable disparo a la inicial.

Ver jugar a este niño es un verdadero espectáculo, da la sensación de ver a un pelotero de mayor edad y de mucho recorrido en el béisbol del país.

Este titán del campo da muestra de que el trabajo en las bases del béisbol es el secreto de la calidad de los peloteros que tiene este país, ya que el futuro de cualquier deporte está en las categorías menores.

Ciudad de Panamá 
Copyright © 1995-2006 DIAaDIA-EPASA. Todos los Derechos Reservados