El amor al prójimo siempre la motivó a ayudar a los demás, muy en especial a quienes por una razón u otra se han visto limitados a vivir con discapacidades que muchas veces son difíciles de sobrellevar.

Malineth Bravo es maestra en la Escuela de Ciegos Hellen Keller, y desde pequeña siempre quiso serlo, pues su mayor alegría es ayudar a los niños y a sus padres, quienes debido a las discapacidades de sus hijos se ven preocupados y nada felices.

Ayudar y querer esforzarse para buscar otros métodos en los cuales pueda brindar sus capacidades, es su mayor propósito. Confiesa Mali que desea transmitir su positivismo a los padres para que cambien su manera de pensar y vean que Dios sólo hace las cosas con un fin y nunca para castigar.

Su mayor alegría es ver sonreír a sus niños, pero confesó que más le reconforta verlos junto a sus padres, sonrientes y agradeciendo por todas las cosas que Dios les ha regalado.

Dedicación pareciera que fuera su lema, pues expresó sonriente y optimista que diariamente reza con todas sus fuerzas para que a sus "niños" les vaya mejor, ya que asegura que si para una persona normal a veces las cosas parecieran malas, peor para ellos y eso la motiva aún más a realizarlo de corazón y desinteresadamente.

Mali confesó que desde pequeña quería ser maestra, pero al crecer pudo conocer que más ayuda y cariño necesitaban estos niños, que muchas veces se encuentran solos y sin alguien que los apoye de verdad. Hasta que Dios lo desee, seguirá ejerciendo su profesión.

DEDICACION

Afirma que a sus 33 años, ha tenido la dicha de transmitir su cariño a quienes más lo necesitan.