HISTORIA
El náufrago

Redacción | DIAaDIA

El único sobreviviente de un naufragio llegó a la playa de una diminuta y deshabitada isla. Pidió fervientemente a Dios ser rescatado, y cada día escudriñaba el horizonte buscando ayuda, pero no parecía llegar.

Cansado, finalmente optó por construirse una cabaña de madera para protegerse de los elementos y almacenar sus pocas pertenencias.

Entonces un día, después de buscar alimento por la isla, regresó a su casa para encontrar su cabaña envuelta en llamas, con el humo ascendiendo hasta el cielo. Lo peor había ocurrido, lo había perdido todo. Quedó anonadado de tristeza y rabia.

Dios, ¿cómo pudiste hacerme esto?, se lamentó. Sin embargo, al día siguiente fue despertado por el sonido de un barco que se acercaba a la isla. Habían venido a rescatarlo.

¿Cómo supieron que estaba aquí?, preguntó el náufrago a sus salvadores.

Vimos su señal de humo, contestaron ellos.

Es fácil descorazonarse cuando las cosas van mal, pero no debemos desanimarnos en medio del dolor y el sufrimiento.

Recuerda, la próxima vez que tu cabaña se vuelva humo, puede ser la señal de que la ayuda viene en camino.

Eso sí, es importante saber identificar las señales, no sea que las luces relucientes de la vanidad y la vida fácil te encandilen, o que las sombras que a veces opacan la luz te confundan y pienses que porque el camino se oscurece, no vas a encontrar luz al final del túnel. Siempre la hallarás, si aprendes a distinguir las señales.

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