Una bomba. A eso de las 7 de la noche de ayer, la vía España se vio alterada por el sonido de sirenas.
Se había informado que un maletín negro, con un artefacto explosivo, había sido dejado en la entrada de la Fiscalía de Drogas y Sección de Narcóticos de la PTJ, en el Edificio Avesa.
De inmediato se realizó el procedimiento de rigor utilizado en estos casos, procedieron a evacuar a las personas y hasta a los detenidos, quienes fueron llevados a salvo bajo custodia policial. Las autoridades declararon alerta roja, y por razones de seguridad evacuaron también a las personas que estaban en los locales comerciales cercanos al lugar, al igual que despejaron la vía.
El comisionado Francisco Troya aseguró que, en efecto, se utilizó a la Unidad Canina experta en explosivos, que determinó que había material delicado en el lugar. Sin embargo, por la cantidad de olores típicos de este lugar, podría tratarse de otra cosa.
MURIO ENVENENADO
A las 3 de la madrugada de ayer, falleció Franklin Brewster, inspector II de la PTJ, quien era el Jefe de la Unidad de Investigaciones Sensitivas.
Franklin murió a causa de un colapso masivo de sus órganos, afectados por un compuesto químico cuyo nombre y presentación comercial aún no ha sido determinada, por lo que se programó para mañana la autopsia, donde participarán patólogos y toxicólogos del FBI de los Estados Unidos. Según declaraciones de la esposa de Brewster, quien se encontraba recluido en el hospital desde el pasado 4 de julio, ese día le había preparado arroz con coco y pescado, y según ella, uno de sus hijos y ella habían comido lo mismo, sin presentar complicaciones.
SOSPECHOSOS
Cinco personas son investigadas por la muerte del PTJ. No se descarta ninguna posibilidad.
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