A los peces hay que alimentarlos dos o tres veces al día y en pequeñas porciones, cada vez con repetición: así se acostumbran a comer en un breve período de tiempo y evitamos que la comida que no consuman caiga al fondo y ensucie la pecera.

Con la ayuda de un termocalefactor, filtros y bombas, se debe mantener el acuario a la temperatura correcta y siempre tiene que ser la misma, oxigenado y limpio, según sea el tamaño debe cambiar el agua cada cierto tiempo.

Recuerde que todo lo que va a contener su pecera está vivo, tanto peces como plantas y muchos otros organismos que no se ven a simple vista, pero están ahí y forman parte del acuario, siendo esta una pequeña porción de naturaleza metida en un tanque de cristal. Esto quiere decir que no debe tratarlo nunca como un cuadro u otro objeto de adorno, recuerde siempre que está vivo y debe darle mantenimiento diario.

Los peces bien cuidados van a mejorar sus colores e incluso reconocerán a la persona que normalmente se encarga de cuidarlos.