El que no quiere pasar inadvertido es el gobernador de California Arnold Schwarzenegger, siempre dando de qué hablar. El cuento es que el sábado, en un acto político, acusó a los demócratas de "mujercitas" por postergar la consideración del presupuesto para satisfacer intereses privados. Los demócratas alegan que esto es un insulto para las mujeres y los homosexuales.
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