En un día como ayer, 20 de julio, pero de 1982, el espigado boxeador panameño, Hilario Zapata, había viajado nuevamente a Japón con la intención de recuperar el título Mini Mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Zapata se enfrentaría al ahora monarca de las 108 libras del CMB, el japonés Tadashi Tomori.
Ya "Bujía", como era apodado el gladiador panameño, había disfrutado lo dulce de ser campeón del mundo en 1980 (24 de marzo), cuando destronó en Japón al local Shigeo Nakajima. Para su mala mala fortuna, el cetro lo perdió por nocaut en dos asaltos ante el mexicano Amado "Panterita" Ursúa en el gimnasio Nuevo Panamá, el 6 de febrero de 1982.
SUPER FAVORITO
Según una publicación del periódico Matutino del 19 de julio de 1982, Zapata era amplio favorito para imponerse a Tomori, en especial por su mayor experiencia en el plano internacional.
Otro de los puntos a favor de Zapata era su velocidad de piernas y manos, además de su estatura.
"Bujía" llegaba al combate con un palmarés de 19 victorias, con 10 nocauts y dos derrotas. El japonés, por su parte, registraba también 19 triunfos, pero sólo cinco victorias por la vía rápida y cinco descalabros.
SACO SU LIBRITO
El panameño, que en esa ocasión tenía 23 años, controló en todo momento las acciones, en especial mediante el empleo de jabs de derecha, que en ningún momento Tomori supo ni pudo quebrar para aproximarse y plantear la lucha cuerpo a cuerpo.
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