Para disfrutar de un delicioso de hot dog, no hay mejor lugar que el kiosco del Sr. Aníbal Quintero frente al Súper 99 de San Miguelito, que con una amable sonrisa le atenderá.

Aníbal comentó que en 1972 viajó desde su tierra natal, El Valle de la Luna, Chiriquí, y se instaló en un lote donde construyó una choza con 8 hojas zinc, y trabajó unos meses con un primo, pero su mayor sueño era tener un negocio propio.

Por lo que decidió independizarse y poner el negocio de venta de hot dog, que al principio fue difícil, pero como dice él: "el que persevera, alcanza"; por eso este hombre trabajador no se rindió y hoy disfruta de sus esfuerzos.

Su primera carretilla era de madera que él mismo construyó; luego, poco a poco se fue modernizando hasta conseguir la de aluminio que desde hace varios años tiene y la cual cuida como su más preciado tesoro.

Según Aníbal, a sus 63 años se siente muy orgulloso de poder decir que con una carretilla de vender hot dog y chicheme y en otros momentos hasta dulces, pudo construir una casa, educar a sus hijos de los cuales uno vive en Canadá .

Aníbal es un hombre de buen carácter que denota respeto y humildad, por lo que dice que con ese puesto ha conocido a la mayoría de sus amistades y siente que la gente lo aprecia y lo respeta.

Con una sonrisa muy jovial, Aníbal exhorta a todos esos jóvenes que no tienen horizontes a quererse y a seguir su ejemplo, porque no importa que el trabajo sea humilde, siempre y cuando sea honrado, se pueden conseguir todos los sueños, y para muestra un botón: él lleva con su carretilla 33 años y le da las gracias a Dios porque durante todo este tiempo no ha tenido ningún problema y hasta los amigos de lo ajeno lo respetan.

Adelante, el triunfo es suyo, ese es nuestro deseo para este singular personaje.

ORGULLO

Para su familia, éste es el mejor ejemplo de humildad y de amor.