El negocio llegó solo. Vidal Víquez reside en Mocambo Abajo, desde hace más de 30 años y tiene un negocio singular relacionado con las ventas.
Por muchos años, este humilde panameño se dedicó a la siembra de productos agrícolas, con lo cual lograba el sustento de su familia. Pero con la construcción del Corredor perdió sus terrenos, por los que no recibió ninguna indemnización. Luego, Vidal se vio obligado a adentrarse más a la montaña; pero, por su edad, ya no podía caminar mucho, lo que le ocasionó que su economía cambiara y tuviera que buscar otra forma de mantenerse.
Como en casa Vidal cocina con leña, porque según él la comida sabe más sabrosa, conseguía cajones para el combustible de su cocina, pero un día algo inusual pasó: "un señor se me acercó y me preguntó que si vendía la madera, yo le contesté que no. Él insistió en la compra porque dice que la necesitaba, me convenció y se la vendí. Esa primera venta me dio la idea de arreglarlas y vender la madera o los cajones a quien los solicitara".
De este modo, el negocio de Vidal fue creciendo y más clientes se fueron sumando, por lo que empezó a conseguir tanques, hierro y otros materiales reciclables. Ahora tiene un negocio que para él y su esposa, es la solución de la comida todos los días.
Sin embargo, trabajar en el monte es su mayor satisfacción, por lo que todavía siembra yuca, ñame, entre otros productos agrícolas, los que cosecha para su consumo y si algún conocido llega a su casa.
Vidal y su esposa les obsequian algunos de estos productos, como papayas y otras frutas. La humildad es una característica que hace a Vidal una persona muy estimada por sus amigos.
PRECIOS
Los cajones de madera varían entre 1 y 2 balboas, los tanques grandes B/. 10.00 y los chicos B/.1.50 ó 2.00.
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