A Russell Crowe le dio pena el haberse burlado de una desgracia ajena y le regaló a la agraviada, unos 14 mil "panchos".
Al actor le dio risa el incidente con una operaria de sonido a la que se le quemó su carro, a lo que ella le contestó molesta: se notaba que él no sabía lo que era pasar por eso, por tal razón el actor le dio el doble de la suma. ¡Bien hecho!