
El ataque fue uno de los tiroteos masivos más mortíferos en la historia reciente de Estados Unidos.
Cuando el gas comenzó a propagarse, algunos asistentes creyeron que se trataba de un acto como parte de la función de “The Dark Knight Rises”, una de las películas más esperadas en este verano boreal en el país. Vieron entre el vapor, cerca de la pantalla, la silueta de una persona que primero apuntó hacia los espectadores y luego comenzó a disparar.
“Había cartuchos (vacíos) que me caían en la cabeza. Me quemaban en la frente”, dijo Jennifer Seeger, y añadió que el hombre, vestido como los agentes del grupo especial SWAT, disparó continuamente con recesos únicamente para recargar.
“En cada instante, todo era: bum, bum, bum”, recordó. “Recargaba y disparaba, y quien trataba de salir era asesinado”.
El sospechoso fue detenido e identificado por funcionarios federales como James Holmes, un estadounidense blanco de 24 años.