El actual Gobierno pretende con el plan "Mano dura" combatir la delincuencia y convertir a Panamá en el país más seguro de América Latina. Ayer, el Órgano Ejecutivo propuso ante el pleno de la Asamblea Legislativa, elevar la penas de siete a veinte años de prisión, para los menores que cometan delitos graves (homicidio doloso, violación, secuestro, robo a mano armada, tráfico de drogas), como las que reciben los adultos criminales.
El ministro de Gobierno y Justicia, Arnulfo Escalona, dijo que este proyecto es un mensaje claro a los delincuentes menores de edad, ya que pagarán las consecuencias de sus actos.
Escalona señaló que el plan "Mano dura" consta de dos instrumentos importantes, refiriéndose a los operativos que realiza la Policía Nacional en las zonas rojas, a fin de capturar y devolver a los panameños la seguridad necesaria.
También se prevé un conjunto de reformas legales, en miras a fortalecer el marco jurídico y dar a las autoridades las herramientas que necesitan para enviar a la cárcel a criminales, pandilleros y malhechores.
También la ministra de Educación, Doris Rosas De Mata, expresó que se procederá legalmente con los estudiantes acostumbrados a delinquir, los cuales son una minoría.
Mientras tanto, La Red Nacional de Apoyo a la Niñez y Adolescencia en Panamá, alega que el aumento de la pena a lo menores no resuelve los problemas de violencia, pues atenta contra los derechos humanos.
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