Las velas fueron encendidas. Todos los panameños habían elevado sus plegarias a Dios, Todopoderoso, para que hiciera el "milagro de oro". Sin embargo, el milagro sólo duró seis episodios.
Un cuadrangular de Eduardo Paret en la parte baja de la séptima entrada, con uno a bordo, le dio a Cuba la victoria sobre Panamá 4 carreras por 2 y su pase a la semifinal del torneo de béisbol de la versión XX de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena, Colombia.
El vuelacercas de Paret fue ante los envíos del derecho Bienvenido Cedeño, quien al final cargó con la derrota. Cedeño fue el segundo de cuatro serpentineros que utilizó la dirección de Panamá. También desfilaron por el montículo Lenín Picota, Rolando Herrera y Paolo Espino.
SE FLATEARON
La tropa panameña, dirigida por Aníbal Reluz, salió con mucha garra desde el primer episodio, al fabricar una carrera, gracias a imparable remolcador de César Quintero.
En el cuarto tramo, los istmeños llevaron a otro corredor a la goma. En ese momento se pensaba en el milagro.
Desde el "potro indomable", Lenín Picota sacaba a relucir toda su experiencia, al mantener en blanco a la ofensiva cubana. Pero, Picota se cansó y tuvo que abandonar el juego en el sexto tramo, con un "out" en la pizarra y con el juego 2-1. Había un corredor en los senderos cuando vino al rescate el serpentinero Bienvenido Cedeño. Inmediatamente Cedeño fue saludado con incogible, que remolcó la segunda carrera de Cuba, para igualar el marcador 2-2.
En el séptimo y trágico capítulo para Panamá, el cubano Eduardo Paret entró al cajón con uno a bordo y no vaciló para castigar a Cedeño, con un bambinazo que puso el marcador definitivo 4-2.
ESTADISTICA
Cuba pegó 12 imparables y cometió un error, mientras que Panamá sacudió cinco hits sin error.
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