Al banquillo de los acusados. La culpabilidad o inocencia de Julio Bayo y Anette Ortiz Cedeño está en manos de un jurado formado por ocho personas, pues están acusados de asesinar a Lilia Mitchell Ramos, el 5 de septiembre de 2003.
Han transcurrido cuatro años y 10 meses desde el homicidio y no fue hasta ayer que inició la audiencia en el Segundo Tribunal Superior, a cargo del magistrado Enrique Mon, la que durará 15 días para dar un veredicto.
En la audiencia deberán rendir declaraciones 73 testigos y 26 peritos (querellantes, defensa y de la fiscalía).
En el 2003, el cuerpo de Ramos estaba desaparecido y fue encontrado en el río Tabaré en Chepo, con quemaduras en el rostro y en los genitales. La joven estaba embarazada de Julio Bayo y tenía cuatro meses de gestación.
Las investigaciones seguidas por el Ministerio Público demuestran que Ramos fue asfixiada y ahorcada. Se comprobó que en el auto de Bayo encontraron cabello y muestras de sangre de la víctima.
Ramsés Barrera, fiscal cuarto superior, exige que se les aplique la pena máxima (30 años cárcel) a los dos acusados.