
La profesora Josefina Gall A., con vastos estudios académicos y experiencia docente, aconseja a los maestros despertar la creatividad de los niños mediante el trabajo manual. He aquí sus recomendaciones y el porqué de ellas:
El trabajo manual desarrolla la destreza y mejora la autoestima del niño. ¿De qué manera se logra esto? Los pequeños, al realizar manualidades, tienen que ser observadores, dedicados y organizados, y al terminar sus obras maestras sienten que han cumplido una meta, por lo que la satisfacción de la obra creada ayuda a su autoestima.
Creatividad
Si al niño le gustan las artes manuales, haga que comparta su tiempo entre los estudios teóricos y los talleres donde sus manos trabajen en provecho de su formación integral.
El niño aprende más en una hora de trabajo manual, que todo un día de enseñanza verbal.
La importancia de enseñar actividades manuales despierta el interés por ampliar sus inquietudes para mejorar y desarrollar las destrezas y la concentración del pequeño.
Se debe armonizar el trabajo de manualidades con las otras enseñanzas de la escuela, con el fin de formar mujeres y hombres vigorosos, activos, creativos e inteligentes.
Estos trabajos constituyen la primera etapa de todos los cursos modernos de trabajo educativo. Se empieza desde el jardín de infancia a que los niños trabajen con sus manitos para desarrollar la parte psicomotora.
En la confección de los trabajos, el niño aprende a observar detalles, libera ansiedades y despierta la imaginación, y, además de aprender a organizarse, comparte con sus compañeros más de cerca y aprecia lo que se ve bien; y, por otro lado, aprende a ser paciente y cuidadoso.
Es recomendable poner música suave cuando los niños trabajen dentro del aula.
La enseñanza del trabajo manual está ligada a los diversos ensayos de unir la escuela a la vida práctica y cotidiana, que surge como una reacción de una educación centrada en el aspecto intelectual.