
Los niños son tremendos acróbatas zambulléndose.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Los niños son tremendos acróbatas zambulléndose.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Los niños son tremendos acróbatas zambulléndose.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Los pequeñines son buenos nadadores.
Se divierten sin pensar que el agua contaminada les puede hacer daño.
Siempre son vigilados por un adulto, por su seguridad.
Saltan de bote en bote para conseguir un buen clavado.
La Playita del barrio es parte de sus vidas.
Con la Cinta Costera 3, La Playita dejará de existir.
Cuando sube la marea, todos van a la playa.
El agua de la playa, de limpia no tiene nada.
Se paran con destreza sobre los botes, manteniendo el equilibrio.
Para bañarse no les hacen falta vestidos de baño.
Los pequeños juegan en la orilla, aún con basura.
Ellos tienen su propia playa en el barrio.
Botes, playa y mar: un complemento de diversión en El Chorrillo.
Los niños son tremendos acróbatas zambulléndose.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Los pequeñines son buenos nadadores.
Se divierten sin pensar que el agua contaminada les puede hacer daño.
Siempre son vigilados por un adulto, por su seguridad.
Saltan de bote en bote para conseguir un buen clavado.
La Playita del barrio es parte de sus vidas.
Con la Cinta Costera 3, La Playita dejará de existir.
Cuando sube la marea, todos van a la playa.
El agua de la playa, de limpia no tiene nada.
Se paran con destreza sobre los botes, manteniendo el equilibrio.
Para bañarse no les hacen falta vestidos de baño.
Los pequeños juegan en la orilla, aún con basura.
Ellos tienen su propia playa en el barrio.
Botes, playa y mar: un complemento de diversión en El Chorrillo.
Los niños son tremendos acróbatas zambulléndose.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Los pequeñines son buenos nadadores.
Se divierten sin pensar que el agua contaminada les puede hacer daño.
Siempre son vigilados por un adulto, por su seguridad.
Saltan de bote en bote para conseguir un buen clavado.
La Playita del barrio es parte de sus vidas.
Con la Cinta Costera 3, La Playita dejará de existir.
Cuando sube la marea, todos van a la playa.
El agua de la playa, de limpia no tiene nada.
Se paran con destreza sobre los botes, manteniendo el equilibrio.
Para bañarse no les hacen falta vestidos de baño.
Los pequeños juegan en la orilla, aún con basura.
Ellos tienen su propia playa en el barrio.
Botes, playa y mar: un complemento de diversión en El Chorrillo.
Los niños son tremendos acróbatas zambulléndose.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Los pequeñines son buenos nadadores.
Se divierten sin pensar que el agua contaminada les puede hacer daño.
Siempre son vigilados por un adulto, por su seguridad.
Saltan de bote en bote para conseguir un buen clavado.
La Playita del barrio es parte de sus vidas.
Con la Cinta Costera 3, La Playita dejará de existir.
Cuando sube la marea, todos van a la playa.
El agua de la playa, de limpia no tiene nada.
Se paran con destreza sobre los botes, manteniendo el equilibrio.
Para bañarse no les hacen falta vestidos de baño.
Los pequeños juegan en la orilla, aún con basura.
Ellos tienen su propia playa en el barrio.
Botes, playa y mar: un complemento de diversión en El Chorrillo.
Los niños son tremendos acróbatas zambulléndose.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Los pequeñines son buenos nadadores.
Se divierten sin pensar que el agua contaminada les puede hacer daño.
Siempre son vigilados por un adulto, por su seguridad.
Saltan de bote en bote para conseguir un buen clavado.
La Playita del barrio es parte de sus vidas.
Con la Cinta Costera 3, La Playita dejará de existir.
Cuando sube la marea, todos van a la playa.
El agua de la playa, de limpia no tiene nada.
Se paran con destreza sobre los botes, manteniendo el equilibrio.
Para bañarse no les hacen falta vestidos de baño.
Los pequeños juegan en la orilla, aún con basura.
Ellos tienen su propia playa en el barrio.
Botes, playa y mar: un complemento de diversión en El Chorrillo.
Los pequeños parecen haber nacido para nadar. Con una facilidad increíble se suben a los botes de madera y se zambullen en las turbias aguas de La Playita de El Chorrillo.
La contaminación de las aguas no es un problema para ellos, pues ese es su mar, ellos han crecido viendo a los pescadores de la Cooperativa de Pescadores de El Chorrillo anclar sus botes en ese lugar. Muchos son hijos de pescadores, así que conocen muy bien el mar y lo aprecian, por eso saben que su barrio no sería lo mismo sin su querido malecón.
La Playita
Con la construcción de la Cinta Costera 3, La Playita en la que por años se bañaron los chorrilleros será cosa del pasado. Para los moradores esto es algo que los llena de tristeza, pues no se ven viviendo en el lugar sin poder bañarse en su playa. Ellos piden que el Gobierno tome en cuenta un espacio en donde se pueda habilitar una playa.
Contaminada
A pesar de estar llena de llantas, botellas de plástico, vidrios y múltiples desechos, pescadores y niños se bañan como si nada en La Playita.
Para los chorrilleros esto no parece ser un problema, ya que por años se han bañado en ese lugar y nadie ha resultado afectado.
Lo único que les preocupa es que con la construcción de la Cinta Costera 3 la playa desaparezca, y es que el relleno ya está muy cerca de La Playita.