
Castro es un experto en la reparación de relojes, no tarda más de 10 minutos en hacerlo.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Castro es un experto en la reparación de relojes, no tarda más de 10 minutos en hacerlo.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
Castro es un experto en la reparación de relojes, no tarda más de 10 minutos en hacerlo.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Yo he llevado en ocasiones a reparar relojes que no quiero botar por su valor familiar, los relojeros necesitan ser agrupados”.
Orlando Valdespino
“Con la relojería se puede sostener a la familia, no es un trabajo que te dará riquezas. Ya los jóvenes no quieren aprender el oficio”.
Pedro Cedeño
“Los relojeros deben perdurar porque si no hay en las calles, tendremos que pagar más en agencias de renombre”.
Víctor Smith
Concentración y excelente visión tienen los relojeros.
Castro es un experto en la reparación de relojes, no tarda más de 10 minutos en hacerlo.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Yo he llevado en ocasiones a reparar relojes que no quiero botar por su valor familiar, los relojeros necesitan ser agrupados”.
Orlando Valdespino
“Con la relojería se puede sostener a la familia, no es un trabajo que te dará riquezas. Ya los jóvenes no quieren aprender el oficio”.
Pedro Cedeño
“Los relojeros deben perdurar porque si no hay en las calles, tendremos que pagar más en agencias de renombre”.
Víctor Smith
Concentración y excelente visión tienen los relojeros.
Castro es un experto en la reparación de relojes, no tarda más de 10 minutos en hacerlo.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Yo he llevado en ocasiones a reparar relojes que no quiero botar por su valor familiar, los relojeros necesitan ser agrupados”.
Orlando Valdespino
“Con la relojería se puede sostener a la familia, no es un trabajo que te dará riquezas. Ya los jóvenes no quieren aprender el oficio”.
Pedro Cedeño
“Los relojeros deben perdurar porque si no hay en las calles, tendremos que pagar más en agencias de renombre”.
Víctor Smith
Concentración y excelente visión tienen los relojeros.
Castro es un experto en la reparación de relojes, no tarda más de 10 minutos en hacerlo.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Yo he llevado en ocasiones a reparar relojes que no quiero botar por su valor familiar, los relojeros necesitan ser agrupados”.
Orlando Valdespino
“Con la relojería se puede sostener a la familia, no es un trabajo que te dará riquezas. Ya los jóvenes no quieren aprender el oficio”.
Pedro Cedeño
“Los relojeros deben perdurar porque si no hay en las calles, tendremos que pagar más en agencias de renombre”.
Víctor Smith
Concentración y excelente visión tienen los relojeros.
Castro es un experto en la reparación de relojes, no tarda más de 10 minutos en hacerlo.
Fotos: ROBERTO BARRIOS
“Yo he llevado en ocasiones a reparar relojes que no quiero botar por su valor familiar, los relojeros necesitan ser agrupados”.
Orlando Valdespino
“Con la relojería se puede sostener a la familia, no es un trabajo que te dará riquezas. Ya los jóvenes no quieren aprender el oficio”.
Pedro Cedeño
“Los relojeros deben perdurar porque si no hay en las calles, tendremos que pagar más en agencias de renombre”.
Víctor Smith
Concentración y excelente visión tienen los relojeros.
Este es un oficio diferente, pero necesario, pues los relojes en ocasiones son obsequios que deseamos nos duren una eternidad, por su valor sentimental y, ante esto, los relojeros en las calles son una opción para no gastar mucho dinero en sus reparaciones, pero ya escasean en la capital.
Castro viaja diariamente desde Arraiján para instalarse en su puesto ambulante de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. Por día atiende entre 20 y 30 clientes, obteniendo ganancias de 30 a 40 dólares que le alcanzan para sostener a su familia, tanto así que sus dos hijos están por graduarse.
A él le preocupa que a los jóvenes ya no les interesa aprender el oficio de relojero, que no requiere estudios, pero que resulta necesario para el pueblo, porque es el sitio donde los obsequios más representativos de la gente pueden recobrar vida, sin pagar bastante.
DIAaDIA realizó un recorrido por la Plaza 5 de Mayo y La Peatonal, donde se observó a cuatro relojeros saturados de trabajo. Ellos coincidieron en que les preocupa ser desplazados de esas áreas y solicitan un reordenamiento en la capital para sus puestos. Saben que si desaparecen, las personas deberán pagar más para que les arreglen los relojes y ellos perderán su medio de supervivencia.