Decidió darle un cambio a su vida y pasar de vendedora a dueña de su pequeño negocio.

Elisia Muñoz se siente la mujer más feliz del mundo, desde que decidió colocar un puesto de venta de artesanías en Mi Pueblito.

Otrora trabajó como vendedora en un puesto de artesanías, esperando todas las quincenas para cobrar un cheque.

Elisia relató que sintió que era tiempo de hacer algo para ella misma, por lo que tomó sus ahorros, pidió prestado y compró llaveros, totumas, sombreros y trajes de Herrera, Los Santos, El Valle de Antón, Penonomé y de los indios kunas y gnöbe buglés.

Indicó que los turistas siempre le compran, al igual que los niños que llegan en las excursiones.

Trata de tener productos desde veinticinco centésimos, puesto que considera que en muchos de los negocios que se dedican a venderle a los visitantes de otros países, sólo ofertan artículos caros, razón por la que sus ventas se ven reducidas, ya que no todos los extranjeros vienen a Panamá con dinero, y sólo pueden llevar chucherías.

Recomendó a todas las personas que se dedican a servir a los demás que sólo se necesita un poco de coraje, decisión y persistencia para montar una pequeña empresa, y que si se sabe mercadear, para todos hay oportunidades en Panamá.