Cuando se viaja en un bus del transporte colectivo, algunos quieren ir lo más cómodo posible. Sin embargo, hay quienes han tenido la desagradable experiencia de que la otra persona que viaja a su lado se le duerme en el hombro, empieza a cabecear, ronca y de vez en cuando hasta un chorro de saliva sale a flote. Algunos panameños comparten su testimonio.

Julio César Jiménez: "Esa gente debe estar muy cansada de sus trabajos. Es muy incómodo, pero qué vamos a hacer".

Militza González: "A lo mejor están cansados. Hay que codearlos, y cuando se despiertan, darle una de esas miradas quita sueño y listo. Es muy desagradable y deja mucho que decir".

Johana Concepción: "Si eso pasa yo le diría: Oiga, si tenía sueño, por qué tomó este autobús. Mejor se hubiera quedado durmiendo. Son muy lisos para ponerse en eso".

César London: "Eso es desagradable, si se sienten cansados deberían colocar la cabeza sobre el asiento y no desplomarse del todo. Eso es normal de quienes trabajan".

Porfiria Muñoz:"¡Ufff!, para eso nada más hay que subirse a un bus tempranito. Yo les digo, para que se despierten, que como se siga durmiendo, así le van a robar".

Lisbeth Méndez: "Es algo muy incómodo, para que se despierte lo codeo y le digo que se siente bien. Es de mal gusto y más cuando tienen aliento a alcohol".

Claudia Jiménez: "En ese caso, yo sólo me corro y no me pongo grosera. Eso no va a remediar nada, a veces el cansancio es incontrolable y hay que comprenderles".

Itza Hawkins: "A veces se me duermen hasta en la espalda. En ocasiones les llamo la atención, sólo si son vecinos los dejo que se me peguen, de lo contrario, los levanto".

Dioselina Vergara: "No se lo permito a nadie. Supongo que eso es por cansancio. Yo soy una que me duermo, pero no en el hombro de los demás".

Jenny Saldaña: "Hay veces que uno no se atreve a decirle que lo están incomodando, pero con toda normalidad uno se puede mover para despertarlo. Si se pasa, ya es otra cosa".

Eloísa Joules: "Yo he vivido ese momento tan angustioso y no se lo recomiendo a nadie. Yo los despierto y les digo, mira, échate para allá que me tienes cansada".

Sra. Teresa: "Es incómodo, pero cuando se duermen así es por el cansancio, porque yo también lo he hecho. Sólo les muevo el hombro".