Un colchón, almohada, su ropa y unos galones de agua son los únicos enseres que se encuentran en la pequeña y fría habitación de Leonardo Mena Romero, quien a sus 43 años ha quedado inválido.

El ser cortés y servicial lo llevaron a mantenerse postrado a una silla de rueda y a la cama.

Hace tres años, para hacer un favor a una vecina, subió a un árbol de mango para cortarle las ramas, pero resbaló y se cayó; el golpe fue tan fuerte, que se fracturó la sección medular de la cintura. Desde entonces, ha perdido la movilidad de las piernas y sólo con tratamientos puede moverlos, pero su situación económica le impide asistir a las terapias.

ERA UNIFORMADO

Leonardo prestó servicios en la Policía Nacional por 14 años. Actualmente no recibe apoyo de nadie, sólo de algunos vecinos y su madre que le brindan un plato de comida. Además, tiene que utilizar pañales desechables y medicamentos que muchas veces no tiene dinero para comprar.

Para salir de su casa, debe pagarle a sus vecinos para que lo ayuden a subir a la tienda, porque la salida de la vivienda, ubicada en el sector Mamey, Don Bosco, Veranillo, es estrecha y eso hace la situación más difícil.

UNA AYUDITA

Además de los pañales, Leonardo requiere medicamentos para la úlcera y un colchón nuevo, pues el que tiene ya está deteriorado.

Su madre no cuenta con un empleo, realiza trabajos eventuales, por lo que se le hace difícil apoyar a su hijo como se merece.

COMO COLADERA

Cuando llueve, todo el cuarto se le moja, porque hace unos meses se le cayó la mitad de una de las paredes y el techo está en malas condiciones. Para no empaparse, tiene que arroparse con cartuchos negros, pues dice que se moja más adentro que afuera.

En el lugar donde vive su más fiel acompañante es su pequeña perrita.

PRIORIDAD

Las medicinas para la úlcera que le ha salido de estar sentado y acostado.