Paola y Judith

Esta semana me fue gratificante recordar que en mi adolescencia hubo dos personas con las que compart�, como quien dice, de u�a y carne. S�, esas fueron Paola y Judith, y aunque ellas no llegaban a los 15 a�os, un buen d�a emprendimos un liderazgo en nuestro querido pueblo: Campana.

No buscamos protagonismo, no fue planeado, simplemente decidimos que hab�a que hacer algo positivo en la comunidad. Nuestro foco de trabajo fue aquella capillita a la que cada viernes logramos congregar a m�s de 30 j�venes. Esa era la moda del momento, si no estabas all�, definitivamente no estabas en nada.

Tal vez dir�s, "uf en la iglesia, pero qu� aburrido". �No!, al contrario, era un �boom� de diversi�n, pero centrado en la oraci�n y la espiritualidad.

Tanto que muchos padres, sin pensarlo dos veces, cuando se les ped�a permiso daban una respuesta afirmativa. Hay un listado de sitios a los que fuimos solos.

Alguien me pregunt�: �Y ustedes no inventaban?

Por supuesto que s�, pero dentro de los par�metros en los que nadie saliera perjudicado. Todo era consultado y aunque cada uno ten�a su car�cter, lleg�bamos a un consenso.

Agradezco a los familiares de Paola y Judith por la confianza depositada, no los defraudamos y crecimos en el amor a Cristo, en valores y unidad de una amistad que a�n se fortalece. �Eso me hace feliz!