Duro entrenamiento. El Real Madrid afinó ayer la puntería en el entrenamiento vespertino del octavo día en Montecastillo, que estuvo marcado por la ola de calor que dejó 40 grados, momento en el que comenzó una sesión que dejó derrotados a los jugadores.
En la sesión matinal ya se había comprobado cómo los vientos del Sahara habían dejado una temperatura bajo la que resultaba imposible realizar ejercicio físico alguno.
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