Una bala incrustada en la barraca de madera donde vivía Jean Carlo Yomar Cubilla, de 10 años, es testigo de la balacera que se registró cerca de allí y fue la culpable de la muerte del pequeño.
Jean Carlo la noche del domingo jugaba junto a otros amiguitos en la calle 6, Justo Arosemena. Ellos lograron correr y refugiarse en la barraca para salvar sus vidas, pero él cayó agonizando cerca de la escalera de su casa.
Su madre, Beatriz Cubilla, relató que lo cargó en brazos y buscó ayuda para llevarlo al Hospital Manuel Amador Guerrero. Aunque ningún taxi quería llevarla por temor a las balas, uno se arriesgó.
"Al escuchar la balacera, pensé que ya Jean Carlo estaba arriba; pero al bajar lo vi tendido en el piso", dijo su mamá.
CONSTERNADOS
El primero A de la Escuela Pablo Arosemena de Colón, donde estudiaba el niño, estaba triste porque ya no lo verán.
Su maestra Dominga Góndola de Williams, en medio del dolor, pidió clemencia a estos sujetos que disparan sin medir consecuencias.
"No es posible que nos arrebaten la vida de nuestros niños por culpa de la violencia", expresó la educadora la maestra.
La madre del menor se pregunta: ¿Cuántos Jean Carlo tendrán que caer para que exista una ley más fuerte contra estos pistoleros?
IMPACTADO
Un jeep 069209 marca Wagoneer, que estaba estacionado en esa calle, también recibió un proyectil.
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