Son estudiantes que al escucharlos hablar sobre la realidad del país da gusto atenderlos. En el tema de educación quedan como peces en el agua, pues forman parte de ese círculo en el que, según los especialistas en Planificación de la Educación, hay un atraso de 30 años. Líderes estudiantiles del Instituto Profesional y Técnico de Comercio (IPTC), Instituto Fermín Naudeau, Escuela Profesional Isabel Herrera Obaldía y del Instituto Alfredo Cantón, coinciden que para que se dé un cambio en la educación debe haber compromiso entre la comunidad educativa.
¿POR QUE NO CAMINA?
Ingrid Rodríguez parecía una alumna taciturna del Instituto Profesional y Técnico de Comercio (IPTC), pero al ser abordada demostró que no por gusto es la representante estudiantil de su plantel.
Sobre la calidad de la educación expresó que, "a pesar de los enormes ingresos que recibe el país, la educación se ha quedado atrás. Mire nada más con los ministros. ¿Cuántos hemos tenido este año? Si no hay una cabeza firme, en el caso del ministro, qué se puede esperar de los estudiantes y profesores".
Sugirió que las autoridades deben dejar de tirarse la pelota y no buscar culpables. Para esta alumna, el ministro no solo tiene que preocuparse por las becas, cortes de cintas e infraestructuras en los planteles, sino también por los valores. Considera que las fallas en el sistema están en que los que pueden hacer un cambio les falta más entrega.
Lamentó que la mayoría de los alumnos vienen de hogares desintegrados y pocos se ponen a analizar qué materias no aportan y cuáles le ofrecen una mejor calidad de vida.
Criticó que las iniciativas de los dirigentes no tengan el respaldo de las autoridades. "Si uno trata de abrir un Club de Valores no se le da el respaldo", señaló.
Para el resto de los alumnos envió el siguiente mensaje: "ser estudiantes no solo es ganar cinco, ser cuadro de honor, es tener actitud y velar por el futuro de nuestro país.
POCO PROVECHOSO
Mientras que Diana Moreno, presidenta de la Asociación de Graduandos del Instituto Alfredo Cantón, ubicado en San Miguelito, sabe que este año no ha sido el mejor. Manifestó que unas de las grandes fallas de la educación son la pérdida de clases y que en un periodo presidencial se haya cambiado al ministro de educación tres veces.
A su criterio, a esto se suman las escuelas en mal estado, buenos planes de estudio, deficiencias en materias como Inglés, Informática y las carencias de buenos laboratorios, sumado a la poca vocación de los educadores.
Agregó que los planes de estudio deberían ser más analíticos que didácticos, pues cuando llegan a la universidad tienen serios problemas.
"UN SEIS PARA LA EDUCACION"
Noemí Martínez es miembro del Comité de delegados de la Asociación de Graduandos de la Escuela Profesional Isabel Herrera Obaldía, sabe que la calidad de la educación en Panamá no es la mejor, pero también es consciente en que muchas veces la culpa no es sólo de los gobernantes, sino de los estudiantes que no quieren estudiar.
Hizo un llamado a los profesores para que los guíen de la mejor manera en su formación.
Esta joven, cuyas esperanzas no se agotan, asegura que en una escala de uno a diez, califica la educación con un seis.
CORRECCIONES
Antony Nieto, presidente de la Asociación Federada del Instituto Fermín Naudeau (AFIFEN), dijo que las correcciones a la educación involucra a los padres de familia, docentes, autoridades educativas, estudiantes y administrativos.
La respuesta está en la atención, esfuerzo y sacrificio, que lo debe hacer la comunidad educativa.
Entre risas, Nieto le envió un mensaje a las autoridades educativas "que tienen que ser como las tortugas que hacen más y hablan menos y no copiar el modelo de las gallinas que de lo mínimo cacarean".
CUESTIONAN
Que se inviertan millones en la cinta costera para decir que Panamá es un país desarrollado. Y las escuelas están en mal estado.