Su faena inicia antes de que el sol lance sus primeros destellos y que los gallos emitan sus primeros sonidos. Su misión: ofrecerles a propios y foráneos en el Casco Antiguo los mejores platos criollos.

Ella es la señora Sonia Castillo, de 63 años, quien desde hace unos 17 se consagra a la venta de comida en el sitio histórico.

La señora Sonia contó que decidió dedicarse a esa labor al enviudar y al quedar a cargo de sus cuatro hijos. "Luego de eso no tuve ningún otro hombre en mi vida, pues me dediqué a criar a mis hijos sola", comentó.

INICIOS

A pesar de laborar en la Caja de Seguro Social (CSS) como asistente farmacéutica, Castillo armaba su puesto de venta todos los días en una esquina del Parque Catedral.

"Salía a las siete de la noche del trabajo, y venía a montar con mis hijos el puesto", dijo la señora, quien durante la entrevista reiteró la participación que sus descendientes han tenido en su negocio.

"Mientras uno cocina, el otro trabaja en la parrilla, y yo me dedico a cobrar", confesó con emoción.

PARA TODOS LOS PALADARES

Entre el menú que ofrece la señora Sonia en su negocio hay: arroz con pimientos, con vegetales, con frijoles negros, y con frijoles chiricanos, además de pollo, costillas, carnes, ensaladas y plátanos asados; esto por un precio máximo de B/2.75 el plato.

INCERTIDUMBRE

Hace unos cinco años la señora Castillo tuvo que mudar su negocio de una esquina del Parque Catedral a la esquina del edificio 5- 16, en la calle tercera a un costado del Teatro Nacional; esto porque el primer sitio donde ubicó su puesto fue vendido.

De acuerdo con la entrevistada, al parecer, la situación podría repetirse; sin embargo, en esta ocasión espera recibir alguna ayuda para formalizar su negocio.

CONSEJO A LAS MUJERES...

"No es necesario tener un hombre al lado para criar a los hijos. Simplemente hay que querer trabajar".