¿Qué causó tanto caos? Pues, la policlínica de la Caja de Seguro Social Santiago Barraza, de La Chorrera, cerró sus puertas para realizar una desinfección en toda su infraestructura. No era porque estaba contaminada ni enferma, sino que las paredes de la policlínica eran invadidas por hongos.
SE SOBREPOBLO EL NICOLAS SOLANO
Para no dejar a los pacientes a la deriva, la Dirección Regional de Salud de Panamá Oeste habilitó las ULAPS de Vista Alegre y Guadalupe en La Chorrera, pero la mayoría de los asegurados se concentró en el Hospital Nicolás A. Solano. Esto congestionó el cuarto de urgencias de este nosocomio a partir del sábado 17 de julio.
Abel Ibarra, director médico del Hospital Nicolás A. Solano, indicó que ante esa avalancha de pacientes, urgía reforzar el personal médico y de enfermería para poder cubrir la demanda de pacientes.
Comentó que planteó este problema a la Dirección Regional de Salud, pero no hubo una respuesta satisfactoria. "Insistí que por lo menos reforzaran el área de enfermería para que atendieran el área de inyectable y nebulizaciones. También me comuniqué con mis superiores del MINSA y de la CSS; éstos se enojaron en vez de darme una solución", expresó.
CONTRA LA AVALANCHA DE PACIENTES
El Hospital Nicolás A. Solano cuenta con tres médicos y dos enfermeras por turno. Como es el único nosocomio de la región, debe atender a 380 mil habitantes.
Ibarra destacó que atender una súper población como esa toma su tiempo y crea inestabilidad, porque el público se acumula y ve que la atención es lenta. Peor más aún los fines de semana, cuando llegan heridos de riñas y accidentes de tránsito.
Este galeno sugirió que lo más lógico es reforzar el personal médico y de enfermería del hospital, previendo que la población chorrerana no se iba a ir a otros sitios para atenderse.
Reveló que tuvo que trasladar dos médicos internos; es decir, médicos que están haciendo su primer año en el campo y que todavía no tienen la idoneidad de médicos, para que ayudaran a los médicos generales en el cuarto de urgencias. Sin embargo, las quejas de los asegurados y pacientes no cesaron.
Argumentó que el hospital tampoco recibió respaldo por los insumos consumidos (medicamentos, suturas, anestésico, otros); no obstante, este hospital cuenta con un presupuesto de 6 millones de balboas, y aunque pareciera ser buena cantidad, 5.5 millones se van en salarios.
LA VOZ DE LA EXPERIENCIA
Por su lado, Luis Díaz, director del cuarto de urgencias del hospital, reiteró que este nosocomio se ha caracterizado por atender a todos los pacientes que soliciten atención médica, pero tiene su límite.
Dijo que, en esta ocasión, se atendió a mil 300 en seis días, con un promedio de 200 pacientes por día, en su mayoría en el turno de 1- 7 p.m cuando la atención normal es de 140 pacientes diarios en urgencias, y aunque 60 pacientes más de lo normal pareciera no ser una cifra alarmante, no obstante, aumenta el tiempo de atención y disminuye su calidad.
Destacó que hubo que trabajar en equipo para dar respuesta a la población, aunque los pacientes chorreranos siempre se quejan de la atención ofrecida, "pero damos un trabajo de calidad y muchas veces reemplazamos a la CSS".
SE REFORZARON LAS ULAPS
Ante esta problemática, la directora médica de la Policlínica Santiago Barraza de La Chorrera, Evidelia Barría, argumentó que para no crear un caos en el hospital se procedió a reforzar la ULAPS de Guadalupe y la de Vista Alegre.
También se hizo una extensión de horario y estaban a la disposición médicos del cuarto de urgencias. "No así con el Nicolás Solano, porque teníamos que atender a los asegurados y siempre se ha manejado así", dijo Barría. Sin embargo, recalcó que sí se reforzó al hospital con personal de enfermería.
Aclaró que se paralizó la atención para desinfectar las paredes, el piso y techos de la policlínica donde se veían hongos. "No lo dijimos abiertamente a la comunidad para que no se alarmaran y se dijera que la policlínica estaba contaminada o enferma", dijo.
Adelantó que posteriormente vienen los trabajos de pintura, pero no se afectará el servicio.
TESTIMONIO
Uriel Fábrega, uno de los asegurados, manifestó que el jueves cerca de las 11 de la noche su esposa tuvo una recaída y no sabía qué hacer. "A esa hora, ya la ULAPS de Arraiján estaba cerrada. No me quedó de otra que coger un taxi, pagar cinco balboas para llegar al hospital", dijo Uriel.
Comentó que su esposa iba a atenderse en el día, pero le dijeron que la policlínica estaba cerrada y prefirió esperar hasta el día siguiente. Señaló que en este caso se debió coordinar y divulgar mejor, para no jugar así con la salud de los menos favorecidos.
"Imagínese que no hubiera tenido plata para andar en esta corredera, se puede hasta morir el paciente", dijo.
Fábrega manifestó que tuvo la suerte que le atendieron rápido, pero fue necesario hacer un arreglo de pago, pues su condición económica no le permitía cancelar todo.
Diariamente, la policlínica Santiago Barraza atiende más de mil consultas médicas entre servicios médicos, técnico y de emergencias. Mientras que el Hospital Nicolás A. Solano tiene una capacidad de 380 mil habitantes.
Estadísticas de atención en el cuarto de urgencias del Hospital Nicolás Solano
DIA / ATENCIONES
Sábado 17 / 212 Domingo 18 / 195 Lunes 19 / 254 Martes 20 / 212 Miércoles 21 / 205 Jueves 22 / 201
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