El inicio de clases después de las vacaciones de medio año del Colegio Moisés Castillo Ocaña, de La Chorrera, está en peligro. Los docentes sostienen que primero las autoridades del Ministerio de Salud deben garantizar que nadie esté en riesgo de contaminarse con la fibra de vidrio que todavía afecta el gimnasio del plantel.
Francisca de Ossa, profesora del colegio, informó que aunque la contaminación bajó de 31 a 9%, la partícula que quedó es más peligrosa, porque es minúscula y pasa sin ningún filtro.
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