Actualmente, las drogas y el alcohol no son los únicos peligros que rondan a los jóvenes, pues las nuevas tecnologías (chats, Internet, celulares, videojuegos) también se han convertido en casi una adicción. Para los jóvenes, esta tecnología es capaz de alejarlos de sus problemas y de las crisis familiares.
Esta "adicción" les impide desarrollar sus habilidades sociales, les hace hipersensibles a los juicios y acrecienta sus sentimientos de inseguridad.
Las claves para superar este tipo de dependencias son: solucionar los problemas de base, fomentar la comunicación familiar, restablecer la confianza con los padres y los amigos y aceptar la imagen corporal, que es uno de los factores que más contribuyen a la adicción.
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