"No la puedo olvidar, creo que muchos la extrañan, pero se quedan calla´os".
No se trata de las declaraciones de un hombre obsesionado por el amor de una mujer, sino de algunos de los comentarios más comunes entre los usuarios del transporte colectivo de la capital, que aún no se adaptan a viajar "sin plena en los diablos rojos".
Eso fue lo que percibimos el pasado sábado, al abordar el bus de la ruta Torrijos Carter-Tumba Muerto con registro vehicular 8B-1089 y con matrícula 374387. Allí no había música, sólo un ambiente sofocante, pues estaba lloviendo y la mayoría de los viajeros llevaba las ventanas arriba.
Al abordar este bus que se apoda "Despreciado", no había bocinas, pero en el sexto puesto de la derecha, justamente en la ventana de emergencia, emanaba un ruido. Para nuestra sorpresa, era un usuario que llevaba en sus manos un pequeño radio para poner la música de su antojo.
El ciudadano silbaba y coreaba solito; las caras de admiración en el resto de los usuarios no faltaron. Al sacarle conversación a este señor, conocido como "Calito", y hablarle de la campaña contra el ruido, no dejó que terminara de explicarle el objetivo de nuestra inspección y se limitó a decir: "Usted ha hablado jefe", y guardó el radiecito pensando que quien le hablaba era un funcionario de la Autoridad del Tránsito o de la Alcaldía de Panamá en campaña contra el ruido.
Calito pidió su parada en La Locería, y antes de bajarse nos señaló con su dedo índice las viviendas del sector conocido como "Brooklincito", y manifestó: "Por eso yo no puedo vivir sin música, ese es mi barrio".
SANCION
Las multas por hacer ruido van desde B/ 50.00 hasta B/. 3, 000.
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