Un clásico del fútbol mundial que puso a vibrar a la fanaticada panameña, quienes se dieron cita en bares, restaurantes y cantinas, para disfrutar del partido que casi paralizó a la ciudad capital.
Un verdadero lleno completo en los lugares que se visitaron y se notaba un ambiente de fiesta y pasión, como sólo el fútbol puede hacerlo.
Este padre y su hijo, pasando un buen rato antes del encuentro.
Una bella carioca anima a su equipo.
A la caída del segundo gol argentino, los brasileños se notaban preocupados.
Estos muchachos pasan un rato ameno y lo muestran a la cámara de nuestro fotógrafo.
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