Error perfecto

Redaccin | DIAaDIA

Mi abuelo amaba la vida, especialmente cuando podía hacerle una broma a alguien. Hasta que un domingo, mi abuelo pensó que Dios le había hecho una a él, y no le causó mucha gracia. Él era carpintero.

Ese día estuvo en la iglesia haciendo unos baúles para las donaciones que enviarían a un orfelinato a China, y sus lentes se fueron en una de esas cajas por error. Sin sus lentes, estaba frito y se enojó con Dios por esa "broma".

Meses después, el director del orfelinato los visitó para agradecerles a todos por sus donaciones. El misionero dio gracias por todo, "pero más que nada", dijo, "por los lentes que mandaron". Verán, los militares habían entrado al orfelinato, destruyendo todo lo que teníamos, incluyendo mis lentes. ¡Estaba desesperado! Aún y cuando tuviera el dinero para comprar otros, no había dónde. Además de no poder ver bien, todos los días tenía fuertes dolores de cabeza. Entonces llegaron sus donaciones.

"Cuando mis compañeros sacaron todo, encontraron unos lentes encima de una de las cajas". El misionero hizo una larga pausa, y luego, aún maravillado, continuó: "Amigos, cuando me puse los lentes, eran como si los hubieran mandado hacer justo para mí".

Todas las personas escucharon y estaban contentos por los lentes milagrosos. Pero el misionero debió haberse confundido de iglesia, pensaron. No había ningún lente en la lista de productos enviados a China. Pero sentado atrás en silencio, con lágrimas en sus ojos, un carpintero ordinario se daba cuenta de que el Carpintero Maestro lo había utilizado de una manera extraordinaria.

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