La celebración del Día de España, en la Expo de Aichi, obligó a cerrar las puertas de uno de los pabellones que más gustan a los visitantes. El pabellón español, diseñado por Alejandro Zaera, toma como referencia la síntesis de las culturas islámica y judeocristiana. Una celosía formada por piezas hexagonales de colores de cerámica de Castellón, es uno de los símbolos más conocidos de la Expo.