La gran cantidad de niños que sufren accidentes en el hogar y que requieren atención médica, hace reflexionar sobre la seguridad de los pequeños y la responsabilidad de los padres y adultos en relación con la protección que éstos necesitan. El niño es, por naturaleza, un ser activo, curioso, creativo y explorador, cualidades que lo hacen propenso a accidentes caseros, que pueden ser graves o fatales; por eso, hay que evitarlos.
EDUCACION
La educación, herramienta básica de la prevención, juega un papel importante para que los padres de familia conozcan las situaciones que ponen a los niños en riesgo y las acciones requeridas para eliminarlas.
Algunas medidas de prevención que usted puede utilizar en caso de heridas, son los siguientes:
No deje líquidos derramados o agua en el piso. No permita que el niño juegue con objetos de vidrio. No deje los mosaicos defectusos o mal colocados al paso. Mantenga lejos del alcance de los niños objetos punzantes, como cuchillos, tijeras, navajas o muebles cubiertos de vidrios. Si tiene escaleras, no deje juguetes ahí. Evite clavos salientes. No permita que los niños transporten alimentos en recipientes de vidrios. No permita que sus hijos estén descalzos por la calle. Verifique que su hijo tenga al día la vacuna del tétano. No permita que enchufe aparatos. Evite que los niños corran donde haya puertas de vidrio. Mantenga las herramientas bien ordenadas y no deje que el niño juegue con: hachas, picos, rastrillos, machetes, martillos, entre otros.
Ahora, sólo tiene que poner de su parte como padre y poner estas medidas en práctica.
Cortesía: Folleto "Prevenir es vivir", Alcaldía de Panamá.
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