Un ejemplo digno de seguir. Candelaria González tiene 49 años, reside en San Miguelito y solo obtuvo estudios primarios. Pero hace 22 años, Dios le dio la dicha de ser madre y crió sola a su hijo.

Después de su nacimiento se dedicó a trabajar en casas de familia para llevar el sustento al hogar y brindarle buenos estudios a su heredero.

Pensó que con su sacrificio lograría hacer de él un profesional de éxito. Ahora él es un muchacho de 22 años, graduado de la Universidad de Panamá. Todo por el apoyo de su madre.

Actualmente, Candelaria trabaja como colaboradora de limpieza en el Casco Antiguo, donde ha recibido capacitaciones profesionales por medio de un convenio entre la Oficina del Casco Antiguo y las fundaciones Tagua y Calicanto.

Ella fue una de las beneficiadas por las capacitaciones, obteniendo el certificado de camarera.

Estos cursos le han permitido crecer y ver la vida en positivo.

Expresó que "uno siempre aprende cosas nuevas y es bueno par conseguir sus metas".

Una de estas aspiraciones es terminar estudios secundarios y ya está en ese proceso, porque termina los estudios de primer ciclo por medio de módulos.

ASEGURA QUE

"si uno tiene interés, uno logra lo que quiere en la vida".