En una singular y pintoresca protesta, un grupo de panameños se reunió frente a las oficinas del Comité Olímpico para repudiar las decisiones de los dirigentes deportivos, que están afectando a los atletas del patio. Las "ratas" fueron los animales simbólicos de la movilización y hasta hubo premios para el disfraz más llamativo, o mejor dicho, para la "gran rata".