Aquel niñito que desde su nacimiento no ha visto nada más que médicos y un hospital frío, al fin podrá estar en un ambiente cálido, adecuado y acorde con su condición.
Carlos Iván, el pequeñito que el 9 de mayo fue lanzado a una letrina y quemado por su madre, vivirá en el Hogar San José de Malambo, según versiones oficiales de la administración del albergue.
Aunque le entregarán incondicional amor y paciencia, la ayuda económica para su alimentación y compra de medicamentos se escapa de sus posibilidades.
Carlitos y otros 162 niños más, albergados aquí, tienen algunas carencias materiales por lo que dependen de la caridad de todos los panameños.
Ropa y zapatos de niñas, comida seca, leche en polvo y principalmente dinero para comprar los medicamentos indispensables para realizar el tratamiento de triple terapia, para los niños infectados con VIH
SIDA, son las principales necesidades que tienen los angelitos, “hijos de Malambo”.
EL NIñO
Por las serias quemaduras se le reconstruirá la nariz y se le implantará en el brazo derecho una mano acrílica.
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