¿Saben qué? El hombre que pretendió vender a los medios un vídeo de Michael Jackson, cuando el cantante viajaba en un jet privado en el 2003, fue sentenciado a ocho meses de cárcel y seis meses en arresto domiciliario por un juez de Los Ángeles.
Arvel Jett Reeves, propietario de la compañía Gulfstream, rentó la pequeña aeronave a Jackson y a su abogado Mark Geragos, en noviembre de 2003, cuando el cantante se trasladaba de Las Vegas a Santa Bárbara, California. ¡Por vivo!
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